Me atrevería a decir, que es alguien que ha visto sus demonios de cerca,
que la sombra la hace visible cada vez que puede,
que trata de vivir en estado de consciencia el mayor tiempo posible,
que se esfuerza por mantenerse atento y no perderse en lo ilusorio,
que está pendiente de lo propio,
así sea en el contexto terapéutico mas complejo, para no afectar el proceso.
Alguien con la compasión suficiente para que el otro abra su alma
y con la presencia sanadora de quién es sólo un ser humano.
Jenny Molina