Para mí estar en el Diplomado de Técnicas Gestálticas, fue la mejor decisión oportuna que tuve, aprender de cada proceso me llevo a mi comprensión de momentos cruciales en mi vida. Gracias a la guía amorosa de Jenny Molina y contar con maravillosos compañeros vi la Luz en mis momentos de oscuridad. El Diplomado me enriqueció el Alma y sumó mucho en mi formación como Gestaltista.

Eternamente agradecida por encontrarte aquella mañana en una presentación de lo que sería un Diplomado en Gestalt. El cual me permitió reconocer mis sombras, darme cuenta y descubrir el por qué o para qué de muchos procesos no atendidos. Un recorrido hermoso lleno de conocimientos, acompañamiento y escucha.
Gracias por llegar a mi vida con estás maravillosas técnicas.

Así cómo cuándo sumas a tu vida una herramienta valiosa y enriquecedora, así ha sido mi experiencia por la Gestalt, de la mano de Jenny Molina.

Gracias por hacerme cargo…

La experiencia dentro de la terapia Gestalt a través de la formación con Jenny, ha sido realmente de crecimiento en cada módulo estudiado, su conocimiento es de mucha fluidez al explicar cada caso, con mucha paciencia y amor. Ha sido de práctica continúa para poder vivir y poder acompañar a los pacientes desde la perspectiva del vivir y sentir. Gracias Jenny por estar, por ser tan sencilla y humana.

El Diplomado de Gestalt significo una gran oportunidad que el universo de alguna manera se manifestó a través de ti Jenny y tuve esa resonancia de embarcarme en ese viaje hermoso. Fue una oportunidad para vivenciar y aprender a mirarme desde la sombra donde generalmente vivía, ocultando por los diferentes introyectos creados y alimentados de una manera automática desde mi infancia. Aun más fue, asumir la responsabilidad de sanarme las heridas sin importar quien las produjo y liberando los culpables y al juez. Aprendí a soltar desde esa consciencia de asumir la integración de todo lo que soy, que me dio la oportunidad de entender que se puede ser autentico y libre sólo en el momento presente, donde ya no hay victima ni juez; es para mi lo que significo el Diplomado Gestalt, la importancia de estar presente, de haberme hecho consciente cualquier herida, mirarla, abrazarla y sentirme libre de ella y que eso no signifique que no este, sólo aprender a mirarla y estar en paz con lo vivido, resonando en el presente. Esa resonancia del presente me permitió integrar todo lo vivido con mis ancestros, toda la parte chamánica que es comprender que el pasado, el presente y el futuro están interconectados. sin embargo todos los cambios ocurren sólo en el momento presente.

Luego de estudiar dos años en una escuela de Gestalt, decidí hacer el diplomado con la terapeuta gestáltica Jenny Molina, y fueron nueve meses de conocimiento, ahí y con ella descubrí la ética y el amor que significa decidir con un pensamiento gestáltico, ¿Fácil? No, todo lo contrario, aprender a escuchar, no juzgar, no aconsejar fue para mí un gran descubrimiento, fueron muchos días de reflexión y aceptación de que la humildad es el gran valor del ser humano, comprendí que el amor es la fuerza que motiva ser terapeuta gestáltico, y nunca podré agradecer a Jenny Molina lo que me enseñó «No es buscar empatía, no es buscar amor, no es hacer ni bien ni mal, sólo es estar para el otro y sólo así lograrás que de alguna manera hiciste o contribuiste para hacer un mundo mejor». Fueron nueve meses y les puedo decir: «di a luz».

Para mí estar en el Diplomado de Técnicas Gestálticas, fue la mejor decisión oportuna que tuve, aprender de cada proceso me llevo a mi comprensión de momentos cruciales en mi vida. Gracias a la guía amorosa de Jenny Molina y contar con maravillosos compañeros vi la Luz en mis momentos de oscuridad. El Diplomado me enriqueció el Alma y sumó mucho en mi formación como Gestaltista.

El haber participado en el Diplomado de Gestalt marco en mi vida un antes y un después. Desmoronó esa persona que creía ser y me llevo por un mundo desconocido de mi propio «YO». En ese camino descubrí lo mejor y lo peor de mí, sorprendiéndome en cada terapia al sentir la persona que realmente soy desde lo auténtico, conocerse es un regalo que toda persona merece y finalmente de la mano de Jenny Molina, un ser espléndido y humano, se transforma en una experiencia enriquecedora.

Para mi Gestalt es un punto de inflexión en mi vida, es un antes y un después. Es el momento del darme cuenta y de hacerme responsable de mi vida, es priorizar los quiero ante los debo, es el encuentro conmigo misma fluyendo en mis emociones sin que estas me controlen, es vivir feliz permitiéndome llorar y estar triste en algún momento. Es sanar heridas que no me permitían vivir tranquila y en paz. Es vivir en el aquí y en ahora.
Mi agradecimiento infinito a Jenny Molina, por ser mi compañera en este redescubrirme a través de las Técnicas de la Terapia Gestalt.

Excelente la formación de Terapia Gestalt, muy completo y claro contenido, además que vas trabajando, reconociendo  y sanando tu ser; Super recomendado!!!

Maestra Jenny, mi total admiración, amor y agradecimiento.
Gracias a ti, la Gestalt llegó a mi vida cambiándome para siempre, para mostrarme como mejorar cada día, estando en el aquí y el ahora. A través de tus clases, de tus conocimientos brindados, he podido observarme diariamente, sanando y dejando el pasado atrás, he aprendido a verme desde adentro, ver las dicotomías, los miedos internos, las inseguridades que constantemente estaban allí, esos Introyectos que los tomé como propios y como una verdad, aprendí a soltarlos, lo retroflexiva que estaba siendo y el daño que me hacía a mi misma y a mis seres queridos, sin tener consciencia de ello. Varias veces estuve apunto de abandonar, porque el cambio y lo nuevo, da miedo a salir de la zona de confort, a veces no nos atrevemos a cambiar a mejorar. Gracias por ser parte de ese cambio.
Cada día respiro de manera consciente, viviendo cada detalle, en constante observación de mi actuar, de mi entorno. Mil gracias, gracias Jenny.

Escribir todo lo que ha significado para mí la experiencia Gestalt, es sin duda para mí conectar con un cúmulo de emociones e informaciones que hicieron ver dentro de mi y fuera de mi cada proyección, cada introyecto. No en vano se le llama la TERAPIA DEL DARSE CUENTA, porque me vi en lo propio y en cada uno de los compañeros que de alguna manera fueron un espejo.

En Gestalt todo es en tiempo presente y observando siempre cada figura o cada fondo en permanente interacción en los diferentes volúmenes que el paciente exprese o deje entrever en el cuerpo como un instrumento de aprendizaje y observación.

DIOS TE SIGA BENDICIENDO MUCHO MI QUERIDA JENNY.