Hemos escuchado en reiteradas oportunidades
que debemos ser nuestra mejor versión,
sin embargo, en el transitar de la vida aprendemos
que el mayor trabajo es precisamente conocernos,
y cómo podríamos ser nuestra mejor versión
si no sabemos quiénes somos,
es paradójico, haciendo honor al cambio nos empeñamos en tapar,
simular o disfrazar lo que no nos gusta de nosotros,
aquello que consideramos feo, malo,
que nos desagrada
Cualquiera podría decir:
¿Crees que es fácil cargar con aquello que nos molesta?
No es fácil, más lo cierto es que para cambiar,
primero debemos aceptarnos tal como somos,
es la gran paradoja de la vida;
si no nos aceptamos primero,
lo único que hacemos es disfrazarnos de alguien que no somos
y nos perdemos en una ilusión.
Somos luces y sombras,
somos polaridades integradas,
somos lo que nos gusta y nos disgusta,
somos lo que nos hemos negado a ser
y aquello que nos agrada mostrar.
Todas las posibilidades de ser,
es lo que hace que podamos salir al mundo
a satisfacer nuestras necesidades.
Todas las posibilidades de ser,
es lo que nos permite aceptarnos y amarnos …
Labor difícil de lograr.
Jenny Molina